viernes, 17 de marzo de 2017

Vete a la Quebrada... bueno, vamos!



La Quebrada es un acantilado de 45 metros de altura, situado en el puerto de Acapulco en el estado de Guerrero, es uno de los destinos emblemáticos de México. Ahí se hacen desde 1934 los famosos clavados realizados por jóvenes del puerto que en ocasiones lo escalan con una antorcha encendida.


Su peligro radica en que el clavadista debe calcular el momento en que la ola haga que el nivel del mar sea más alto, ya que de lo contrario sería una muerte segura debido al impacto contra las rocas del fondo, situadas a poca profundidad cuando baja el nivel del mar debido al oleaje. La Quebrada se formó debido a que en 1934 dinamitaron parte del cerro y así se formó un paso que sirve para llegar a los acantilados.

 En una de las paredes del acantilado hay un camino con barandal, y un restaurante, además de un mirador, desde donde se puede ver a los clavadistas, incluso a pelícanos haciendo lo mismo para atrapar peces. Este lugar es conocido y visitado nacional e internacionalmente por miles de personas al año. En este sitio se realiza el Campeonato Mundial de Clavados de Altura, el cual lleva el nombre de Raúl García "el chupetas" como reconocimiento a uno de los clavadistas más destacados de este lugar. También se desarrollan los clavados de exhibición, con diversos grados de dificultad y una ronda de clavados sincronizados.

El espectáculo de clavados desde los acantilados de La Quebrada da inicio desde el ascenso del clavadista, por entre las hendiduras naturales del acantilado, hasta lograr el punto más alto, lugar donde se ubica su santuario; posteriormente a su ritual, pasan situarse a una pequeña plataforma a una altura de 35 metros, en la cual el clavadista debe calcular el movimiento de las olas, la marea y el viento, escogiendo el momento adecuado para lanzarse al vacío; el clavadista hace contacto con el agua en un tiempo de 3 segundos a una gran velocidad.

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