Hace unos días se dio a conocer la noticia de que habían sido descubiertos cráneos humanos, pero ¿sabes cuál es su origen?
El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México
(INAH) informó que se descubrió una nueva sección con 119 cráneos más debajo
del centro histórico en la capital mexicana.
El altar fue descubierto en 2015 durante la restauración del edificio histórico de la calle República de Guatemala 24, en donde arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) localizaron el extremo este y la fachada externa de aquella torre o muro circular de cráneos humanos, cuya longitud es de 4.7 metros de diámetro.
Entonces fueron identificados 484 cráneos humanos que se piensa formaban una ofrenda al dios Huitzilopochtili, el patrón de la capital azteca, Tenochtitlán, entre 1486 y 1502.
Los restos se encontraron en los trabajos de remodelación. El hallazgo a 3.2 metros bajo el nivel de calle, incluye incluye los restos de mujeres y niños, los cuales forman una enorme pila de cráneos, símbolo del poderío y grandeza de México-Tenochtitlan.
La estructura cilíndrica está cerca de la enorme Catedral
Metropolitana construida sobre el Templo Mayor, uno de los principales templos
de Tenochtitlán, que hoy en día es Ciudad de México.
"El Templo Mayor nos sigue sorprendiendo, y el Huey Tzompantli
es sin duda uno de los hallazgos arqueológicos más impresionantes de los
últimos años en nuestro país", declaró la ministra de Cultura de
México, Alejandra Frausto.
Esos altares, conocidos como "tzompantli", era donde los aztecas mostraban las cabezas cercenadas de las víctimas sacrificadas en postes de madera que las atravesaban de lado a lado.
Parte de la plataforma donde las cabezas eran exhibidas
estaba formada por filas de cráneos unidos por argamasa en círculo, alrededor
de un espacio al parecer vacío en el centro. Todos los cráneos estaban
colocados mirando hacia el centro del círculo, pero los expertos no saben qué
había allí.
Los cráneos pudieran haber sido colocados cuando estaban
frescos y, una vez que la piel se les caía, podían haber sido juntados por
medio de argamasa.
La excavación se ha estado realizando debajo de una serie de
edificios, algunos de los cuales tienen valor histórico. Excavaciones
periódicas realizadas allí desde 1914 indican que cerca había un sitio
ceremonial.
Se demostró, con evidencia, que cuando cayó la ciudad
de México-Tenochtitlán por conquistadores españoles y aliados
indígenas, se destruyó la mayor parte de la última etapa de construcción
del Huey Tzompantli, por lo que los cráneos de la torre se fragmentaron y
dispersaron.
El templo estaba basado en el sacrificio ritual que se practicaba bajo la noción de que, por medio de su ejercicio, se mantenía con vida a los dioses y al universo.
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