Muchas artesanías mexicanas se caracterizan por la vivacidad
de sus colores y la complejidad de sus procesos de producción. Un gran ejemplo
de ello son los árboles de la vida, coloridas esculturas de barro que se
elaboran tradicionalmente en las regiones montañosas del centro de México.
La cerámica es probablemente la más conocida de
las artes populares de México, y una de las más antiguas. La cerámica
se encuentra en todas las regiones del país, en diferentes formas y estilos. La
cerámica mexicana era tradicionalmente hecha a mano, usando rollos o moldes.
Llamada loza de barro, esta arcilla era horneada a baja temperatura.
Los árboles de la vida representan una fusión de elementos
prehispánicos y europeos: por un lado, los colores y los procesos artesanales
de los pueblos originarios; y por el otro, la temática religiosa proveniente de
los misioneros españoles.
La escultura en barro del árbol de la vida fue creada
originalmente, durante el período colonial temprano, para enseñar la historia
de la Creación a la población.
Esta artesanía hecha en barro y pintada a mano es realizada
principalmente por artesanos de Metepec (Estado de México) que hacen especial
esta cerámica mexicana. Estas manos artesanas mexicanas al trabajar
el barro le dan vida a su imaginación, plasmando su alma en cada uno de estos
coloridos árboles.
Características del Árbol de la Vida de cerámica
La elaboración de árboles de la vida en cerámica, comenzó
aproximadamente 100 años atrás en Metepec, estado de México. Basados en
los árboles bíblicos originales que explican los orígenes de la vida (historia
de Adán y Eva), éstos pueden incluir escenas biográficas y pasajes históricos y
deben ser "leídos" de abajo hacia arriba. Pueden estar pintados con anilinas,
pinturas acrílicas o esmaltes. También los hay sin pintar, luciendo el color
natural del barro.
Están elaborados en un estilo "naif", con gran sentido del
humor y utilizando todo tipo de elementos, como flores, frutas, personas,
animales, soles, lunas, esqueletos, etc. Las piezas se
unen al cuerpo principal por medio de hilos de alambre. Los hay de todo tipo de
tamaños y precios, teniendo como único límite la habilidad creativa del
artesano.
La fabricación de esculturas de árboles de barro con el tema
bíblico del Jardín del Edén se inició en Izúcar de
Matamoros en el estado de Puebla y se extendió a otras áreas,
particularmente a Metepec, Estado de México, cuyos árboles se distinguen
por estar pintados en colores brillantes. Los árboles de la vida han
llegado a considerarse emblemáticos del municipio y son parte de una tradición
de escultura en barro que solo se encuentra en Metepec. Otras esculturas
comunes son las sirenas, así como pegasos, gallos, leones y
flores, entre otros.
Los árboles están hechos de barro cocido en hornos
de gas a baja temperatura. La mayoría miden entre 26 y 60 centímetros de
altura y su creación puede tardar de dos semanas a tres meses. La
fabricación de piezas extremadamente grandes puede tardar hasta tres años.
Estos árboles varían en tamaño desde miniaturas hasta gigantescas esculturas
públicas. La mayoría de los árboles son creados por los propios artesanos que
han aprendido a elaborarlos de sus padres y abuelos.
Árbol de la Vida tradicional
El árbol de la vida más tradicional contiene una serie de imágenes importantes. En la parte superior de la escultura se coloca una imagen de Dios; debajo, las ramas del árbol tienen relación con la creación del mundo en siete días. Otras imágenes características son el sol y la luna, Adán y Eva y los animales, flores y frutos que simbolizan el paraíso.
También aparece la serpiente de la historia bíblica en la parte inferior, al igual que el Arcángel Miguel que expulsó a Adán y Eva del Jardín del Edén. En general, la escultura del árbol se ve algo así como un candelabro. Los árboles se fabrican principalmente para uso religioso y decorativo, aunque aquellos que tienen quemadores de incienso es más probable que sean usados con motivos religiosos.
En las últimas décadas han aparecido variantes de la
artesanía. Muchos árboles tienen un tema único, pero el más común es la
dualidad entre la vida y la muerte y la relación del hombre con el mundo
natural. Sin embargo, a menudo mantienen los elementos esenciales, como las
imágenes de Adán y Eva.
El árbol de la vida es tradición y fantasía del barro; es una preciosa creación de expertos artesanos mexicanos que representa una mezcla de tradiciones locales con diversos elementos. El árbol de la vida es la combinación de talento e imaginación de los artesanos de Metepec.
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