Guanajuato es una bella Ciudad colonial, declarada por la
UNESCO como Ciudad Histórica de Guanajuato y Minas Adyacentes en
diciembre de 1988.
Entre sus calles, se encuentran múltiples sitios históricos
y turísticos, siendo uno de los más emblemáticos el llamado "Callejón del beso". Es en este espacio donde se desarrolla la leyenda que ha
viajado de boca en boca a través del los años, se trata de dos enamorados.
La leyenda del Callejón del Beso es una de las de
mayor tradición; tiene como escenario un callejón de sesenta y ocho centímetros
de ancho, tamaño exacto para proporcionar un historia que perdura hasta
nuestros días y que nos narra un encuentro de enamorados con trágico final.
Esta leyenda esconde parte del vivir y del sentir cultural de Guanajuato. Conoce aquí una de las leyendas más populares de México.
Leyenda del Callejón del Beso
Cuenta la leyenda que en la época Colonial existía
una bella joven llamada Carmen la cual era hija de un hombre rico que era
bastante celoso y sobreprotector; por lo que no permitía que su hija se
relacionara con los demás hombres del pueblo, especialmente los de clases sociales
bajas, ya que como señorita de sociedad debía casarse con alguien de su
posición.
Cierto día en la iglesia, Carmen conoció a Carlos un humilde minero del que se
enamoró profundamente y ambos comenzaron un romance secreto. Un día fueron
descubiertos por el padre de la chica y esté encerró a la muchacha amenazándola
con enviarla a un convento si volvía a desobedecerla.
El pobre minero
pensó mucho en como volver a encontrarse con su amada, así que ideo un
brillante plan: Adquirir la casa que se encontraba enfrente de la de su amada.
Debido a muchos esfuerzos pudo comprar la propiedad y así continuar con su
amor, ya que el callejón era tan angosto que podían tocar con la mano la casa
vecina.
Un día mientras los jóvenes enamorados se juraban amor eterno desde sus
respectivos balcones, no se percataron de que el colérico padre de Carmen se
había enterado de todo y en un arranque de furia clavó una daga en el pecho de
su hija, mientras que Carlos sólo pudo dar un tierno beso en la mano exangüe de
su amada. Cuentan que Carlos no pudo con la pena de perder a su gran amor, así que se lanzó desde el tiro principal de la Mina de la Valenciana.
Es en este lugar al que los enamorados asisten para
otorgarse el beso que les dará felicidad durante los siete años siguientes,
siempre en el tercer escalón; al menos así lo marca la tradición, con la espera
de que esta historia sea cierta.
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