Entre la extraordinaria fauna mexicana existe una asombrosa
especie, el ajolote mexicano (Ambystoma
mexicanum). De rara apariencia física, es poseedora de facultades
extraordinarias que aun para la ciencia representan misterios: alcanza la
madurez sexual sin cambiar su forma larvaria y posee la excepcional capacidad
de regenerar miembros perdidos, e incluso parte del cerebro y del corazón.
El ajolote originario y endémico de los lagos del Valle de
México y que sobrevive en el lago de Xochimilco, fue llamado por los antiguos
mexicanos axolotl (del náhuatl, "monstruo de agua") y conserva características
milenarias de las salamandras, pero es más cercano a ranas y sapos.
Leyenda
Existen distintas versiones sobre el origen de este tierno
anfibio. Sin embargo, una de las más conocidas es la de la huida de Xólotl
cuando recién iniciaba la Quinta Era.
Dicha versión está relacionada directamente con la leyenda
del Quinto Sol pues, según se cuenta, cada Era ha tenido su propio Sol.
Aunque las cuatro primeras fueron destruidas por fenómenos naturales como
terremotos, diluvios, etcétera.
Antes de continuar, es indispensable añadir que, para que
los astros y la humanidad pudieran nacer, los dioses debían sacrificarse. Así
pues, durante la Quinta Era llegó el turno a Xólotl, el hermano mellizo de
Quetzalcóatl.
No obstante, cuando Xólotl quedó frente a la hoguera en la
que debía arrojarse, el miedo se apoderó de su ser y decidió escapar. Para ello
utilizó sus habilidades como nahual y se inmiscuyó en el mundo de los hombres.
Ya estando con el resto de los mortales, Xólotl tomó
diversas formas animales. Lo primero en lo que se convirtió fue en un guajolote.
Pero, pasó el tiempo, y los dioses dieron con él así que trataron de capturarlo.
Empero, Xólotl consiguió huir y esta vez se transformó en
un maguey. No pasó mucho tiempo para que lo encontraran de nuevo y Xólotl
se convirtiera en un xoloitzcuintle. Una vez más fue encontrado y
perseguido.
Para ese entonces, tanto Xólotl como las demás deidades ya
estaban cansadas. Así pues, el dios prófugo se despidió de la tierra y se
arrojó a los lagos de Tenochtitlán. Estando ahí se convirtió en un ajolote.
Según la leyenda, existen dos finales posibles. El
primero es que, después de mucho esfuerzo, Ehécatl encontró a Xólotl en el
fondo de los canales y lo obligó a sacrificarse.
Según la otra versión, se dice que, después de
encontrarlo, Ehécatl lo castigó dejándolo convertido en un ajolote para
siempre.
Sin embargo y a pesar de ser libre, de acuerdo con la
segunda versión, Xólotl decidió nunca salir del agua porque se sentía
avergonzado ante la humanidad. Y es que aún no perdona su propia cobardía y el
hecho de no atreverse a sacrificar su vida por nosotros.
Características
- El ajolote tiene una apariencia muy peculiar y extraña. Tiene una condición que se llamada neotenia, la cual hace que aún en estado adulto conserve su aleta dorsal a lo largo de su cuerpo y sus branquias.
- Su tamaño medio es de aproximadamente 15 cm, pero puede llegar a los 30 cm de longitud, aunque es raro que alcance tal longitud. Sus ojos son pequeños en comparación con su grande cabeza. Su peso oscila entre los 60 a 227 gr.
- En su cabeza posee unas extrañas "pestañas" llamadas penachos branquiales, 3 pares para ser específicos. En los ejemplares de colores albinos y claros son de rosados a rojo, mientras que en los que son de color marrón y negro son de marrón a un azul oscuro mezclado con negro. Estos penachos branquiales los ayudan a la respiración en el agua.
- Sus patas están muy poco desarrolladas. Eso se ve en lo pequeñas que son y delgadas.
- Pueden tener diferentes colores, lo más normal es que sean oscuros, pero en cautividad se están viendo muy popularmente los que son albinos o de un color amarillento.
- El dimorfismo sexual es notorio. Las hembras son más gruesas que los machos y poseen la cola más corta mientras que los machos tienen la cloaca más abultada (eso es por los testículos) y la cola es más larga.
Alimentación
Nuestra singular salamandra se alimenta de moluscos,
gusanos, larvas, crustáceos y uno que otro pez, pero no ha podido librarse de
las garzas que la engullen y menos aún de su principal predador, el humano, que
además ha introducido al lago de Xochimilco y sus canales grandes peces que
amenazan su sobrevivencia.
Los ajolotes localizan a sus presas mediante el olor, a pesar de tener pequeños dientes que se ven en su estado adulto estos no le sirven para masticar ni desgarrar a sus presas, solo lo utilizan para agarrar y luego succiona a sus presas hacia sus estómagos. Su presa es tragada completa. También son propensos al canibalismo.
Reproducción
Su época de reproducción comienza en los meses de enero a marzo, siendo la temperatura del agua un factor determinante en su reproducción. Lo hacen solo una vez al año
Antes de la fecundación el cortejo comienza. Ambos juntan
sus cloacas, luego realizan una especie de baile en la que se mueven en
círculos. Llega un momento en el que el macho se aleja un poco y es perseguido
por la hembra mientras este mueve su cola de forma ondulada. Posteriormente,
agita vigorosamente su cola como por medio minuto liberando un espermatóforo,
el cual es recogido con la cloaca por la hembra y de esta forma se lleva a cabo
la fertilización.
Son ovíparos. A eso de 24 horas, la hembra deposita unos 619 huevos en la vegetación acuática durante
la primavera lentamente, a veces dura hasta 3 días depositándolos. Como no
construye madrigueras, la vegetación que es escogida por ésta es esponjosa y
densa
Los huevos eclosionaran alrededor de los 14 días luego de
la puesta. Tardarán 1 año en alcanzar su fase adulta. La esperanza de vida en cautiverio
es de algunos 15 años, mientras que en estado salvaje es mucho menor siendo de
algunos 3 a 5 años. Se cree que es debido a la contaminación de las aguas.
Distribución y hábitat natural
Actualmente es un animal endémico de México. Se localiza en estado
salvaje en el sistema de canales de Xochimilco.
Su ecosistema es acuático. Vive en lagos, poza y canales.
Requieren condiciones particulares de turbidez, noveles de oxigenación
disueltos en el agua, y condiciones estables en los canales.
Ajolote en peligro de extinción
El ajolote mexicano está clasificado en la lista roja de
la UICN como "Peligro Crítico". Está casi por desaparecer
en estado salvaje. Fue en el año 2006 cuando la UICN cambió su estado de
conservación, el cual se encontraba en "Vulnerable".
La principal amenaza de este animal está en las actividades humanas. La agricultura, la sobre explotación de este para usos medicinales debido a la capacidad de regenerar sus partes, la pérdida de sus áreas debido al uso de estás para la agricultura es que han causado todo esto y la toma de estos para mascotas. La demanda de la cercana ciudad de México ha llevado a drenar y contaminar buena parte de las aguas del complejo lacustre de Xochimilco. También es muy común utilizarlo en el comercio de acuarios y el ajolote asado se considera un manjar en México, lo que ha llevado a que su número se reduzca aún más.
Con esperanza de que está maravillosa especie no desaparezca, en México están llevando muchos programas de crianza de estos y creación de refugios. Aún las esperanzas son pocas, pues su población sigue en declive.
Las extraordinarias virtudes del ajolote mexicano han propiciado que a este anfibio exclusivo de México se le encuentre en acuarios y laboratorios de todo el mundo, y que se hayan realizado miles de estudios en importantes campos de la ciencia: la biología celular, anatomía, genética y evolución, entre otras.
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