miércoles, 11 de noviembre de 2020

Mariachi: la alegría de México

 


El Mariachi, es una de las expresiones artísticas y culturales más conocidas de nuestro país. Aunque no es el único género musical nacido en México, el mariachi ha tenido tanta fama y arraigo que se ha convertido en un símbolo de la identidad nacional. 

En noviembre de 2011 la UNESCO inscribió a El Mariachi, música de cuerdas, canto y trompeta como integrante de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La música y vestimenta del mariachi moderno son famosas en todo el mundo. Su música se acostumbra en México en fiestas públicas, como el día de las Madres o el de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre, en reuniones familiares, fiestas o serenatas.

Origen

El mariachi es el resultado de la mezcla de tres principales influencias musicales: la de los pueblos indígenas, la europea y la africana.

Hay quienes afirman que su origen es francés de la palabra “marriage” (matrimonio) ya que fue la forma en la que los franceses llamaron a la música que escuchaban en las bodas y celebraciones en México durante la Guerra de los Pasteles (1838-1839). Muchos historiadores no aceptan esta versión porque bien dicen que tuvo que tener un nombre antes de la ocupación de los franceses en nuestro país.

El son particular que dio origen al mariachi nació en Cocula, Jalisco. Los habitantes de este pequeño pueblo crearon la base rítmica como una expresión de adoración a la Virgen de la Pila, imitando así a los frailes que utilizaban la música para evangelizarlos.

La fusión sonora de las guitarras y violines con las caracolas, teponaztlis, flautas de carrizo y otros instrumentos indígenas es la chispa que ocasionó el nacimiento de un nuevo género: el mariachi.

La popularidad de los mariachis de Cocula y Tecalitlán fue creciendo y se dice que en el año 1896 el grupo de José García llegó a la ciudad de México. Quien impuso el traje de charro en su grupo musical fue Cirilo Marmolejo, a principios del siglo XX, costumbre que el resto de los grupos imitarían.

Durante la época de Porfirio Díaz se instituyo la formación de un mariachi el cual debía llevar vihuela, guitarrón, violines y guitarra. Aunque eran considerados propios de las clases bajas, al igual que el tequila, por esa nueva moda en que solo lo francés era digno y elegante en la alta sociedad, existen registros que en dos ocasiones (1905 y 1907) Don Porfirio Díaz celebro con mariachis su cumpleaños.


 

Vestimenta

La historia del traje de charro se cree que se originó en la región Campo Charro, ubicada en Salamanca, ciudad española. En esta región, el traje típico era el de un vaquero negro, con una chaqueta de traje corto y botas de montar, siempre acompañado con un sombrero, muy similar al de México, sólo que con alas más pequeñas. Antes de que los mariachis adoptaran el traje de charro, se vestían con trajes tradicionales rurales de Jalisco, los cuales consistían en mantas de algodón y paja con hojas de palma como sombreros.



La adopción del traje charro por los mariachis se remonta a principios del siglo XX, decidieron añadir una variación de la vestimenta en blanco y otros colores, y le agregaron finísimos trabajos artesanales, tales como botones de oro y plata y múltiples bordados, esto para distinguirse de los jinetes charros y para demostrar su propia identidad. Hoy en día, el traje charro usado por los mariachis consta de una chaqueta elegante, un pantalón muy ceñido y entallado, que tienen adornos de metal troquelado, ya sea fabricado en serie o de manera artesanal, una camisa blanca o de color hueso, botines y corbata de rebozo y, por supuesto, el sombrero, que puede estar hecho de lana, pelo de liebre u otros materiales.

La figura y vestimenta del charro se hizo muy popular en la época del Cine de Oro Mexicano, cuando se podían ver en la pantalla a actores como Pedro Infante, Jorge Negrete y Luis Aguilar montados en sus caballos, con mucho porte y presencia, conquistando a las mujeres con sus voces. Por lo que no era raro ver en la calle a personas vestidas de esta manera; sin embargo, los tiempos han cambiado, pero aún tenemos a los mariachis, quienes hicieron suyo este traje, que también los define y los distingue en México y en todo el mundo.


Reconocimiento

En la Ciudad de México, el mariachi comenzó a buscarse un lugar en el gusto del público, aunque para ello debió adaptarse a las condiciones que la ciudad le iba imponiendo.  La plaza Garibaldi  -y en particular el Tenampa-, se volvieron  refugio y plataforma de los mariachis emigrados del interior del país,  para tiempo después, pasar al radio y el cine donde se daría a conocer en América Latina y en el mundo, en medio de experimentaciones y transformaciones a lo largo de décadas.

El despunte de grupos como el Mariachi Vargas de Tecalitlán, el Mariachi Pulido, el Mariachi Marmolejo o el Mariachi México vinieron a ratificar su triunfo en el radio;  su acompañamiento a interpretes como Jorge Negrete, Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía, Lucha Reyes, Matilde Sánchez “La Torcacita”, Amalia Mendoza, entre otros,  le dieron brillo al mariachi en los medios de comunicación, aunque con una configuración diferente al radicado en las comunidades del interior del país, más orientado a la dinámica comercial que modificó el repertorio y transformó su estética.

Esta adquisición de nuevos rasgos por parte de la tradición mariachera generó una diferenciación entre los grupos de mariachi portadores de la tradición, siendo traducida por la academia que conceptualizó al menos dos grandes tipologías del mariachi: aquellos grupos orientados a la preservación de repertorio antiguo y al ambiente festivo y ritual en las poblaciones rurales, siendo denominados como mariachis tradicionales. Con respecto al llamado mariachi moderno, éste maneja repertorios de éxito comercial, en medio de una industria que lo vuelve objeto de consumo; está sujeto a una estética visual y a una transformación de su imagen orientada a su espectacularización, lo cual, dicho sea de paso, iba envuelto en el nacionalismo que se fomentó en el país tras la conclusión del conflicto revolucionario iniciado en 1910, haciendo del mariachi un símbolo musical de México.

Compositores como Tata Nacho, Manuel Esperón, Ernesto Cortázar, Cuco Sánchez, José Alfredo Jiménez y algunos más, nos heredaron canciones que se siguen cantando tanto a nivel nacional como internacional, siendo muchas de sus composiciones parte del playlist de la vida de diversas personas que hoy, en el siglo XXI, parecieran volver a voltear para escuchar, mirar y admirar a esta tradición musical mexicana que ahora es abrazada como propia por muchos otros países y regiones. 


Comúnmente el Mariachi interpreta sones del bajío mexicano, sin embargo desde la década de los años 30 del siglo pasado incluyeron en su repertorio música ranchera, corridos, huapangos, sones jarochos, valses y actualmente además de esos géneros se han adaptado los boleros, baladas, cumbias , música clásica y danzones

 Canciones representativas del mariachi

A continuación, enlistaremos algunas de las canciones más famosas de este género, que, seguramente, las has cantado alguna vez.

  • México lindo y querido

Esta canción es una composición de Chucho Monge que con la interpretación de Jorge Negrete, quien con su voz la hizo un clásico del mariachi haciendo alarde al patriotismo mexicano y la lealtad hacia nuestra tierra.

  • El Rey

La hija del mariachi y del sufrimiento es “El Rey” con su ya bien conocido “Yo sé bien que estoy afuera/ pero el día en que yo me muera/ sé que tendrás que llorar/ llorar y llorar…”, interpretada en un inicio por su propio autor José Alfredo Jiménez y posteriormente por el ya conocido Vicente Fernández.

  • El Son de la Negra

Este tradicional son del sur de Jalisco fue popularizado en la década de los cuarenta por hacer alusión a las banderas que solían llevar casi todas las locomotoras de la época en el frente y que se ondeaban con el viento. Hoy en día es una canción representativa del folclore mexicano a nivel internacional.

  • La Ley del Monte

Lo que inspiró al autor de esta canción, José Ángel Espinoza mejor conocido como “Ferrusquilla”, fue una pareja que se encontraba entre los magueyes sobre la carretera México-Puebla. Fue la inigualable interpretación de Vicente Fernández quien la convirtió uno de sus temas imperdonables en sus presentaciones.

  • Si nos dejan  y  Luz de Luna

Estas canciones fue consecuencia de una apuesta entre José Alfredo Jiménez y Álvaro Carrillo. El primero tenía que componer un bolero y el segundo una ranchera, así que los resultados fueron estas grandes composiciones que se escuchan en todos los rincones de México.

  • La media vuelta

Una vez más, José Alfredo Jiménez hace notar su talento con esta canción de carácter más bohemio y que grandes intérpretes como Antonio Aguilar y Luis Miguel  la han llevado alrededor del mundo.

  • Cruz de olvido  y  Cielo Rojo

Estas son unas de las composiciones más famosas del jalisciense Juan Záizar, quien cultivo su gusto musical al escuchar a su padre llevarle como costumbre una serenata a su madre.

  • Volver, Volver / Hermoso Cariño/ Por tu Maldito Amor

Y quién no ha dado el clásico grito mexicano cantando “Y volver, volver, volver…”. Estas obras rancheras forman parte del legado musical de Fernando Zenaido Maldonado, destacado por su capacidad de componer baladas, boleros, valses y canciones rancheras. Hoy en día forman parte del dominio público como música popular mexicana y han sido interpretadas por diversos exponentes musicales.

  • El mariachi loco

No podía faltar la alegría y colorido musical que caracteriza al pueblo mexicano representado en esta canción.

 


En la actualidad, los alcances del mariachi son globales. En lugares tan lejanos como Japón y Sudáfrica se pueden encontrar conjuntos tocando esta alegre música y cantándola en el idioma local.

El origen del mariachi es orgullosamente de nuestro México y su combinación única de influencias culturales. Sin duda, ¡algo de lo cual sentirnos orgullosos!

 

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