viernes, 27 de noviembre de 2020

Vaquita marina, especie endémica de México en peligro de extinción

 


La vaquita marina (Phocoena sinus) es una especie endémica de México, habita en el norte del Golfo de California y está considerada en Peligro de Extinción (P) en la lista de especies en categoría de riesgo en la NOM-059-SEMARNAT- 2010.

Al ser una especie endémica (especie exclusiva en la región) y emblemática, se realizan importantes esfuerzos para su protección y conservación.

Características

La vaquita marina (Phocoena sinus) es uno de los cetáceos más pequeños del mundo, único mamífero marino mexicano miembro de la familia Phocoenidae (marsopas verdaderas), esta especie es endémica de México, habita en el norte del Golfo de California. En latín Phocoena quiere decir "marsopa" y sinus que significa "cavidad", que se refiere al Golfo de California, es decir, "la marsopa del Golfo de California".

Otros nombres:

  • Cochito
  • Marsopa vaquita
  • Vaquita
  • Vaquita de mar
  • Marsopa del Golfo de California

La vaquita marina es la más pequeña de las marsopas y de todos los cetáceos, es robusta, sus aletas son proporcionalmente más largas y cóncavas (parte anterior) y su aleta dorsal es alta, triangular y ligeramente falcada.

Su cabeza es redonda y su hocico corto, su lomo es gris oscuro, los costados gris claro y el vientre blanco. Sus características más llamativas son las manchas negras alrededor de los ojos y labios que forman una línea delgada desde la boca hasta las aletas pectorales.

Hábitat

Prefieren las aguas cálidas y poco profundas, y siempre están cerca de la costa, entre 11 y 25 km. Estos animales son más bien solitarios, ya que en general viajan en grupos de 2 o 3 individuos. A diferencia de los delfines, no se acercan a los barcos ni saltan en el aire. Utilizan la ecolocación para buscar alimento e identificar depredadores. Esta especie no emigra.


Reproducción

Las vaquitas marinas empiezan a reproducirse a los 3 años de edad. El apareamiento entre las vaquitas se lleva a cabo en la primavera o principios del verano, y después de un período de gestación de aproximadamente 11 meses, las crías nacen al año siguiente. Las vaquitas jóvenes son amamantadas durante varios meses antes de ser destetadas. Las hembras dan a luz a una cría cada dos años. Las vaquitas recién nacidas pesan aproximadamente 20 libras.

Durante toda su vida, se calcula que una hembra podría tener entre 5 y 7 crías, esta baja tasa reproductiva es uno de los factores que se están tomando en cuenta para proponer las acciones de conservación.


Ciclo de vida

Poco se sabe sobre la extensión de vida de la vaquita. La longevidad de la especie se estima en 21 años, con una madurez reproductiva que probablemente ocurra a los seis años de edad.

Alimentación

Las vaquitas se alimentan de calamares, cangrejos y peces pequeños que habitan en el fondo. Se cree que se alimentan de manera no selectiva.


Vaquita marina en peligro de extinción

Enfrenta un declive en su población debido a diferentes causas como lo son la captura incidental, aumento de la actividad pesquera y limitada tasa de crecimiento poblacional.


La principal amenaza es la pesca del pez totoaba, el cual se vende en el mercado asiático por supuestas propiedades medicinales. Durante la pesca del totoaba, la vaquita queda enredada en las redes, lo cual le ocasiona la muerte. Otras causas son la contaminación y las alteraciones en la calidad del agua debido al represamiento del río Colorado. Esto significa que se ha reducido el caudal de agua dulce hacia el mar, con lo que disminuyen los peces y calamares de los que se alimenta la vaquita.

¿Por qué es importante conservar y proteger a este animal? 

Se pueden mencionar diversas razones. La primera es una cuestión de ética. Todos los seres vivos con los que compartimos este planeta (hasta el momento, el único conocido con vida) merecen ser tratados con respeto; merecen vivir. Si esto no es razón suficiente, se pueden mencionar motivos más utilitarios. Al ser un depredador tope, su presencia en el ecosistema regula muchos procesos y ciclos que se verán alterados en su ausencia. Esto ya se ha observado en otros ecosistemas que han perdido a sus especies clave. En el caso que nos ocupa, es probable que las pesquerías se vean afectadas, con lo que se esperan fuertes afectaciones económicas.

Ante esta situación tan grave, se están realizando diferentes gestiones para evitar esta vergonzante pérdida. Algunos de estos programas son el Programa de Acción para la Conservación de la Vaquita Marina y el Comité Internacional para la recuperación de la Vaquita Marina, entre otros. Una de las acciones prioritarias deberá ser la regulación de la pesca y las formas en que se pescan.



Sin duda, es un problema de toda la nación el lograr conservar a éste único cetáceo endémico de México. Se lo debemos a nuestros hijos y nuestros nietos. Al salvar a la vaquita, nos estamos salvando todos, porque estaremos transitando hacia una pesca responsable que sea compatible con la conservación. Además, estaremos mejorando la calidad del ambiente, lo cual es beneficioso para todos. Alcemos la voz para que entre todos salvemos a la vaquita marina.

 

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