A dos horas de la Ciudad de México, existe un castillo que
recuerda a la campiña inglesa. Está protegido por un lago artificial y
rodeado por un tupido bosque. Y no se trata de una atracción turística hecha
para impresionar, sino es parte de una propiedad que data del siglo XVIII.
Es un antiguo casco de hacienda ubicado en el estado de
Puebla. Se fundó en 1559 por Jorge Cerón Carvajal y pasó por diferentes propietarios
a lo largo de su historia hasta quedar en manos del Gobierno del estado de
Puebla y convertirse en un centro turístico en donde destaca su laguna y un
castillo de estilo inglés entre otros atractivos como el constante contacto con
la naturaleza.
Aquí se puede pasar un día al aire libre en un escenario de película, en un
espacio con amplios jardines de estilo inglés, senderos boscosos, una capilla,
un museo y una cocina de talavera poblana, donde por momentos parece que se
puede viajar en el tiempo y ver cómo funcionaba este feudo que tenía su propia
cárcel y que contó con la primera planta eléctrica del continente americano.
Castillo de Gillow
El Castillo de estilo inglés fue mandado a construir en 1898
por Monseñor Guillow en medio del lago que es tan popular entre los
viajeros que llegan a esta residencia.
Conocido como Castillo de Gillow, es la característica
que vuelve única a la Ex-Hacienda de Chautla, en Puebla. Se encuentra
en las afueras del pueblo de San Lucas El Grande, Puebla.
El castillo tiene tres pisos y cuatro pequeñas
torres, una en cada esquina. Es conocido por su color rojo, pues se
construyó en ladrillo. Nunca fue habitado por Eulogio Gillow. Hay registros que
indican que la planta baja funcionó como biblioteca y el tercer piso albergó un
salón de armas. Su fachada permanece prácticamente igual que "en sus buenos
tiempos".
El Castillo de Gillow, en conjunto con los campos que
lo rodean, se convirtió en un parque natural abierto al público. Tiene
recorridos a pie, paseos en lancha y una pequeña tirolesa de 15 metros de
altura, desde la cual se puede apreciar perfectamente la construcción de
ladrillo.
También se practica pesca en el lago artificial. El
cuerpo de agua está dividido en dos, por un estrecho sendero: un lado se
destina a la pesca deportiva y el otro, para el consumo. En los jardines puedes
montar un asador y cocinar tu propia trucha. Pero si armar picnics no es lo
tuyo, acude al restaurante del parque: se sirve trucha frita y al mojo de ajo.
Para quienes no aguantan la curiosidad de ver el castillo por dentro, la entrada está permitida. En la planta baja hay una galería con fotografías tomadas a principios del siglo pasado.
En el techo del castillo hay un mirador, el cual
te ofrece una panorámica del bosque a 16 metros de altura. Si quieres tomar
fotos, debes subir 83 escalones hasta la cima.
Cada hora se lleva a cabo un recorrido guiado desde el castillo hasta una zona de manantiales. Es posible distinguir cómo brota agua del suelo, la cual proviene de los deshielos del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl.
Casco de la Hacienda
Lo que antes se conocía como el Museo y que incluía numerosas piezas de valor histórico, es el Casco de la Hacienda, en donde podrá conocer los jardines de tipo inglés que lo integran.
Si eres amante del tema gastronómico al interior del hotel hay una joya: una cocina de talavera original que volvieron museo y en el que podrás ver ollas, jarrones, mosaicos y más donde podrás imaginar cómo era guisar en este tipo de lugares.
Asimismo, no puede dejar de conocer las dos fuentes ubicadas en los adentros de
los jardines: La de los niños y la de las Tres Teresas (constituida por más de
500 platos de talavera).
Puedes quedarte a dormir en el casco antiguo de la propiedad. Con la supervisión del INAH, aquí se acondicionó el hotel Misión Grand Ex-Hacienda de Chautla. Los muros mantienen su color blanco original, y las habitaciones tienen detalles en ladrillo. El alojamiento cuenta con alberca.
Otras actividades que puedes realizar en la Ex-Hacienda de Chautla
Paseo en lancha
Disfrute de un tranquilo recorrido por el lago artificial
-cuya profundidad máxima es de 10 metros- sobre lanchas de pedal o remo, las
cuales se encuentran en la zona de pesca.
Hospedarte en cabañas
Para aquellos que prefieren la comodidad de un hotel,
actualmente la Ex-Hacienda cuenta con dos cabañas en renta con capacidad para 2
y/o 4 personas, las cuales cuentan con dos camas individuales y una
matrimonial, una pequeña sala y baño completo.
Área de acampar
Una de las principales características de este lugar, es que es ideal para la realización campamentos al aire libre, tanto en grupos como individuales, ya que cuenta con una zona de acampar -frente al lago- que ofrece servicios de baños y regaderas, además de una excelente seguridad, pues toda la zona esta monitoreada por cámaras de seguridad.
Asimismo ,cuenta con una zona de campamento, la cual es
utilizada únicamente por los grupos que vienen a hospedarse y la cual está
conformada por una "pista de comandos" -tipo militar- con retos y una serie de
obstáculos para los visitantes, además de una tirolesa que atraviesa el lago; 7
dormitorios (divididos en dos plantas: alta para señoritas y baja para jóvenes)
con una capacidad total para 160 personas, comedor, cocina, sanitarios, jardín,
zona de fogata, canchas de fútbol, tiro con arco y salón de usos múltiples para
300 personas.
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