viernes, 13 de noviembre de 2020

Quetzal, ave sagrada de México y Centroamérica


Por su vibrante plumaje verde esmeralda y pecho rojo intenso, el quetzal es considerado como una de las aves más bellas del mundo. Originario de las selvas de Centroamérica, este colorido animal es conocido por su larga cola de plumas que serpentean cuando se alza al vuelo. El quetzal fue considerado una manifestación divina por los mayas y mexicas.




En otros tiempos sus plumas fueron cotizadas y funcionaron para hacer trueque, además de ser utilizadas para los trajes de sacerdotes y reyes de algunos imperios.

Por otro lado, indígenas artesanos descubrieron la expresión artística de elaborar el arte plumario, ellos fueron quienes se aventuraron a hacer penachos, prendas y cuadros que aún se conservan en distintos museos y galerías.



Además de símbolo de Mesoamérica, el quetzal representó a los dioses Quetzalcóatl y Kukulkán, la “serpiente emplumada”, la creencia de este ser nos decía que durante su vuelo sus largas plumas ondeaban de manera similar al movimiento de una víbora.

Esta criatura era un símbolo de abundancia, fertilidad y poder. La cultura maya mantuvo al quetzal en alta estima, su plumaje era considerado moneda de cambio y era muy codiciado.

Características y hábitat del quetzal

Su nombre proviene del náhuatl quetzalli, que quiere decir hermoso, bello o sagrado.

El quetzal recibe el nombre científico de Pharomachrus, proviene del griego antiguo pharo -manta-  y makros -largo-.

La dieta del quetzal está compuesta de frutos, pequeños insectos, lagartijas y ranas, por lo cual es considerada un ave omnívora.

Pesa aproximadamente 200 gramos. Su cuerpo mide entre 38- 40 centímetros, mientras que su cola mide 61 centímetros. Se alimenta tanto de frutas como de pequeñas lagartijas y ranas. Presenta un dimorfismo sexual que hace sencillo identificar el sexo de cada uno. Los machos tienen un mayor tamaño y sus colores son más intensos que los de las hembras.

Sus colores son verde, con tonos dorados, violetas o azules; su pecho es color rojo y debajo de sus patas, blanco.

Habitan desde el sureste de México, pasando por Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y hasta el noroeste de Panamá. 



Reproducción

Durante la época de apareamiento, a los quetzales machos les crecen plumas de cola gemelas que llegan a medir hasta un metro de longitud. Las hembras no tienen colas largas, pero sí comparten los brillantes colores azules, verdes y rojos de sus compañeros.

Como es común entre las aves, el quetzal es una especie que presenta dimorfismo sexual. Debido a ello las hembras presentan colores más opacos y no desarrollan cola.

Durante la temporada de apareamiento, los quetzales macho emprenden vuelos nupciales para atraer a las hembras. Posterior a ello, tanto hembras como machos participan en la incubación y protección de las crías, que suele ser de dos individuos por temporada.

Peligro de extinción

Actualmente el quetzal habita desde la región sur de México, hasta la parte norte de Venezuela. Debido a la caza ilegal, la población de esta especie se ha visto reducida, lo cual ha provocado que entre en la categoría de especies en peligro.

Hasta hace poco se creía que los quetzales morían durante el cautiverio y que su reproducción en tales condiciones era imposible. Sin embargo, en 2018 se logró que el ave se reprodujera en México.

En México aún existen distintas reservas en donde podrás observarlo en libertad y tomar algunas fotografías sin afectar su ambiente natural, ejemplo de ello es en la Reserva de la Biosfera “El Triunfo” en Chiapas.

 


Una hermosa ave ancestral que tiene un gran valor histórico y cultural.

  

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