Por su vibrante plumaje verde esmeralda y pecho rojo intenso, el quetzal es considerado como una de las aves más bellas del mundo. Originario de las selvas de Centroamérica, este colorido animal es conocido por su larga cola de plumas que serpentean cuando se alza al vuelo. El quetzal fue considerado una manifestación divina por los mayas y mexicas.
En otros tiempos sus plumas fueron cotizadas y funcionaron para hacer trueque, además de ser utilizadas para los trajes de sacerdotes y reyes de algunos imperios.
Por otro lado,
indígenas artesanos descubrieron la expresión artística de elaborar el arte plumario,
ellos fueron quienes se aventuraron a hacer penachos, prendas y cuadros que aún
se conservan en distintos museos y galerías.
Además de
símbolo de Mesoamérica, el quetzal representó a los dioses Quetzalcóatl y
Kukulkán, la “serpiente emplumada”, la creencia de este ser nos decía que
durante su vuelo sus largas plumas ondeaban de manera similar al movimiento de
una víbora.
Esta criatura era un símbolo de abundancia, fertilidad y
poder. La cultura maya mantuvo al quetzal en alta estima, su plumaje era
considerado moneda de cambio y era muy codiciado.
Características y hábitat del quetzal
Su nombre proviene del náhuatl quetzalli, que quiere decir hermoso, bello o sagrado.
El quetzal recibe el nombre científico de Pharomachrus, proviene del griego
antiguo pharo -manta- y makros -largo-.
La dieta del quetzal está compuesta de frutos, pequeños
insectos, lagartijas y ranas, por lo cual es considerada un ave omnívora.
Pesa aproximadamente 200 gramos. Su cuerpo mide entre 38- 40
centímetros, mientras que su cola mide 61 centímetros. Se alimenta tanto de
frutas como de pequeñas lagartijas y ranas. Presenta un dimorfismo sexual que
hace sencillo identificar el sexo de cada uno. Los machos tienen un mayor
tamaño y sus colores son más intensos que los de las hembras.
Sus colores son verde, con tonos dorados, violetas o azules;
su pecho es color rojo y debajo de sus patas, blanco.
Habitan desde el sureste de México, pasando por Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y
hasta el noroeste de Panamá.
Reproducción
Durante la época de apareamiento, a los quetzales machos les
crecen plumas de cola gemelas que llegan a medir hasta un metro de longitud.
Las hembras no tienen colas largas, pero sí comparten los brillantes colores
azules, verdes y rojos de sus compañeros.
Como es común entre las aves, el quetzal es una especie que
presenta dimorfismo sexual. Debido a ello las hembras presentan colores
más opacos y no desarrollan cola.
Durante la temporada de apareamiento, los quetzales macho
emprenden vuelos nupciales para atraer a las hembras. Posterior a ello, tanto
hembras como machos participan en la incubación y protección de las crías, que
suele ser de dos individuos por temporada.
Peligro de extinción
Actualmente el quetzal habita desde la región sur de
México, hasta la parte norte de Venezuela. Debido a la caza ilegal, la población
de esta especie se ha visto reducida, lo cual ha provocado que entre en la
categoría de especies en peligro.
Hasta hace poco se
creía que los quetzales morían durante el cautiverio y que su reproducción en
tales condiciones era imposible. Sin embargo, en 2018 se logró que el ave se
reprodujera en México.
En México aún existen distintas reservas en donde
podrás observarlo en libertad y tomar algunas fotografías sin afectar su ambiente
natural, ejemplo de ello es en la Reserva de la Biosfera “El Triunfo” en
Chiapas.
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