Declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad, Puebla o
la "Ciudad de los Ángeles", nos muestra su riqueza cultural a través de sus
impresionantes edificios de estilo colonial, así como en sus productos
artesanales, como la talavera poblana.
Aunque la talavera se emplea en utensilios de cocina,
floreros y figuras decorativas, también se puede encontrar como decoración de
las fachadas de edificios en las ciudades de Puebla o México. Sin embargo, el
mejor uso que se le puede dar a esta bella cerámica es para servir los
platillos tradicionales de la gastronomía de México. Con una mezcla de técnicas
chinas, italianas, españolas e indígenas, la cerámica de Puebla se convirtió,
desde sus orígenes, en un arte cotizado por lo elaborado y belleza de sus
piezas.
Definición
La definición técnica de Talavera –registrada en el
Instituto de Derechos de Autor (IDA) es la siguiente: «cerámica propia de
la zona de Puebla, elaborada con barro y conformada por un cuerpo cerámico
recubierto con vidriado estannífero, decorado con colores metálicos y trabajado
manualmente en sitio».
La talavera recibió la Denominación de Origen en 1995, y ampara la cerámica que se fabrica en Atlixco, Cholula, Puebla, Tecali de Herrera y San Pablo del Monte gracias a su proceso de producción.
Iluminadas con una variedad de colores como el amarillo, el
azul, el naranja, el negro y el verde, las talaveras ofrecen una variedad de
artículos de uso diario y decorativos hechos a base de loza y azulejo vidriado
esmaltados.
Las piezas de talavera original no se rompen fácilmente. Pueden resistir golpes y temperaturas muy altas.
Origen e Historia
El nombre de "Talavera" recibió del poblado de
Talavera de la Reina, cerca de Toledo, en España. Aquí, el arte de la
cerámica se llevó hasta que se llevó a la Nueva España durante la
Colonia. El arte del vidriado y el trabajo con cerámica era desconocido en
el "Nuevo Continente" hasta que, a mediados del siglo XVI, maestros
loceros españoles se establecieron en Puebla para crear con sus manos y con su
imaginación las talaveras más hermosas de toda la Nueva España
La talavera poblana es una loza fina de fama mundial por su
decoración con peculiares diseños artísticos. En 1550, artesanos
provenientes de los talleres de Talavera de la Reina, Sevilla y Génova se
establecieron en Puebla; ahí compartieron sus técnicas e incorporaron el
manejo de la arcilla que conocían a los pueblos indígenas. Así buscaron
elaborar lozas más ricas que las creadas en Europa. El resultado fue un
producto original hoy conocido como talavera poblana.
Procesos de elaboración
Su elaboración conserva su carácter primitivo pero su
decoración se ha modificado recibiendo influencias como la morisca, la china y
las europeas que mezcladas con elementos locales le imprimen características
únicas e inconfundibles de la talavera poblana.
A pesar de que este proceso de elaboración es complicado y
prácticamente no ha cambiado desde que la artesanía fue introducida por primera
vez en la época virreinal.
Básicamente la producción contempla 6 procesos distintos de
meticulosa aplicación técnica que duran aproximadamente 6 meses:
- Preparar la mezcla de los barros.
- Deshidratación y amasado.
- Moldeo de pieza a mano, en tornos de patada y moldes.
- Jahuete o primera horneada.
- Decoración, diseño y pintura (todo a mano con pinceles de pelo y plumas).
- Segunda horneada a mil 50° C.
Simbolismo y Decoración
El proceso del decorado de la talavera poblana es realizado
por los artesanos que poseen gran creatividad y sobre todo habilidad.
Los colores empleados en su decoración son el azul, pero
también se utilizan amarillo, negro, verde, naranja y malva (violeta pálido)
Existen dos técnicas:
- Plumeado: Consiste en utilizar únicamente el color azul cobalto. Para este tipo de decorado no existe ningún patrón a seguir, es decir, los dibujos surgen de la creatividad de los decoradores y para realizarlos se requiere de gran práctica y experiencia.
- Decorado "en color": permite que se usen algunos diseños o dibujos pre-establecidos por medio de patrones hechos con papel tipo albanene, el cual con ayuda de polvo de carbón permite establecer la guía de dichos diseños.
En lo que se refiere a colores para la decoración, anteriormente se utilizaban unos cuantos, actualmente se cuenta con alrededor de 15 tonalidades distintas, mismas que han ido incorporándose por la demanda de innovación en el mercado. Para su aplicación, se utilizan pinceles hechos por los propios artesanos de madera y pelo de cola de caballo.
Uso y tradiciones
La talavera se emplea principalmente para utensilios de uso
común tales como platos, jarrones, floreros, lavamanos, artículos
religiosos y figuras decorativas.
Hablando del uso en la arquitectura religiosa y posteriormente
en la civil, esta fue con fines decorativos. Ya con el tiempo, se fueron
utilizando en superficies de mayor tamaño hasta llegar al máximo en el siglo
XVIII cuando su empleo se generalizó y se combinó con azulejos y ladrillos
llegando a cubrir fachadas completas.
Lo más interesante es que se fue jugando con diferentes
medidas y formas geométricas lo cual creo diseños de gran originalidad.
En las casas podías admirar adornos de talavera en:
- Pisos
- Patios
- Escaleras
- Fuentes
- Marcos de puertas y ventanas.
Muchas de las fachadas del centro histórico de Puebla están
decoradas con estos azulejos, así como fuentes, patios, iglesias y otros
edificios que juntos constituyen parte importante de la arquitectura barroca
poblana.
El empleo de azulejos era una demostración del estatus
económico familiar o de la iglesia.
Cuando compramos una pieza de Talavera en Puebla,
podemos comprobar su legitimidad por medio de un holograma en el que aparece el
logo de alguno de los talleres que cuentan con la denominación de origen DO4
que establece la Norma Oficial Mexicana, y que valida la autenticidad y calidad
de la pieza. Si es así, puedes estar seguro de que tienes en tus manos una
pieza 100% original, reflejo de gestos milenarios de los hombres que crearon
esta forma extraordinaria de expresión.