Cuentan que anteriormente había muchos animales de uña en la
región de Axochiapan que bajaban a comerse a los animales de los pobladores
pero a pesar de esto la comunidad siempre lograba cazarlos o ahuyentarlos.
En cierta ocasión llego un animal de uña a quienes los
pobladores no podían cazar ni ahuyentar. Ese animal siempre bajaba a comerse
guajolotes y a los mismos pobladores. Por eso lo llamaron "Tecuán", que
significa "el que come gente".
Los indígenas intentaron por todos los medios cazarlo, pero
no pudieron. Entonces acudieron al llamado señor del monte quien se dedicaba a
cazar animales, entre otras cosas. Este les cobro muchísimo porque era una
tarea difícil de realizar, pero tampoco pudo lograrlo. Al verse frustrado por
no lograrlo cayo en cuenta que solo, no podría hacerlo y que necesitaría la
ayuda de toda la comunidad.
Persuadió a todas para que se vistieran de diferentes cosas:
unos se vistieron de piedras, otros de árboles y otros de animales. Colocaron a
todos los animales reales en el centro y ellos se ubicaron alrededor de estos.
Se dedicaron a velar todas las noches hasta que por fin entro el animal de uña,
cuando lo vieron lo rodearon y aunque el feroz animal intento desesperadamente
escapar y casi lo logra, la confusión que le genero la emboscada, así como
también el hecho de que eran muchos los que lo rodeaban, termino con sus
fuerzas y lo atraparon.
Del gusto que los indígenas tenían hicieron una fiesta que duro ocho días, durante los cuales representaban la gran hazaña que habían logrado. En esos días de fiesta bailaron disfrazados al son de los tambores y las flautas.
Actualmente se sigue celebrando este acontecimiento bailando
disfrazados de mil diferentes maneras y representando la caza del jaguar, ya
que según se cuenta este era el poderoso animal de uña cazado por los
ancestros.
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