El barco C53 Felipe Xicoténcatl que, desde que fue
hundido en las aguas de Cozumel, se ha convertido en un arrecife artificial.
Origen
Fue creado en 1944 por una naviera de Wilson Marine en Tampa para servir como un barco dragaminas a la Armada estadounidense. Luchó en la Segunda Guerra Mundial y posterior al término de esta, en 1946, fue retirado del servicio bélico.
La adopción del barco por nuestro país sucedió en 1962, año en que fue comprado por la Marina mexicana y bautizado con su nombre actual. Desde esa fecha hasta 1999 patrulló, como un barco cañonero, los mares del Caribe y el golfo de México en busca de armas y drogas ilegales, además participó en numerosas misiones de rescate.
Cuando finalmente fue dado de baja en 1999, el Felipe Xicoténcatl C-53 aún tenía que cumplir una misión más: Unirse a los tesoros submarinos de Cozumel para deleite de los buceadores.
En junio del 2000 fue hundido. El Parque Chankanaab fue el lugar elegido para su hundimiento por su fácil acceso y por su gran barrera de arena. Allí el barco no dañaría a los hermosos corales por los que Cozumel es famosa. Además de una atracción turística, un refugio para la vida marina. Para ello, el barco fue limpiado de materiales y sustancias que pudieran ser contaminantes, así como de partes de su estructura que pudieran resultar peligrosas para los animales y las personas. El barco fue acondicionado para el buceo y se eliminaron riesgos como las puertas, cables, tuberías, etc.
Felipe Xicoténcatl C-53, el naufragio de Chankanaab Cozumel
El naufragio de Chankanaab, Cozumel es uno de los pocos
pecios que se pueden visitar en las aguas de la isla. La razón es que los
barcos que se han hundido a lo largo de la historia en sus proximidades, o lo
hicieron a profundidades inaccesibles para los buzos o bien han desaparecido
azotados por las corrientes y tormentas tropicales. Sin embargo, El Felipe
Xicotencatl C-53 sí mantiene grandes atractivos que lo hacen digno de una
inmersión.
Este naufragio yace a 24 metros de profundidad en
el parque de Chankanaab, Cozumel. El C-53 mide 12 metros de alto, 56
metros de largo y 10 metros de ancho. Pero lo más
interesante de él es que es un testimonio sumergido de la historia.
Hoy puedes encontrarte en su interior con esponjas, corales,
estrellas de mar, camarones, diversas especies de peces y, si tienes suerte,
con alguna morena o mero. Este pecio es un auténtico testimonio histórico,
pero también un floreciente arrecife artificial exultante de vida.
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