lunes, 4 de enero de 2021

Más allá de chapulines y jumiles: conoce más insectos comestibles en México

 



México cuenta con una gastronomía mega diversa, te hace viajar con solo probar las diferentes texturas y sabores de sus alimentos. Los ingredientes en nuestro país son diversos y abundantes.

Los insectos no son una comida desconocida para los mexicanos, representan un encuentro con la época prehispánica.

En el mundo de la entomofagia (consumo de insectos) nos pintamos solos y es que, aunque los chapulines y los gusanos de maguey acapararon la atención, hay muchos más insectos que se comen en México.

Comer insectos despierta opiniones muy encontradas. Por un lado, es un alimento tradicional de los pueblos mesoamericanos que trascendió hasta hoy por lo especial de sus sabores y lo nutritivos que son.

Por otro, la cultura gastronómica ha puesto en mayor valor otro tipo de proteínas que resultan más amigables a la vista que los insectos.

Acociles

Los acociles son crustáceos de agua dulce que crece principalmente en la zona del Altiplano y en Veracruz. Antiguamente se capturaban con unas redes hechas con fibras de maguey llamados ayates.

La manera más común de cocinarlos es en agua hirviendo, aunque también se pueden poner al comal y al horno.

Son buenos para comerlos en tacos acompañados de cilantro, limón, salsa y aguacate. Otra muy buena opción es como botana para acompañar el tequila o el mezcal. 






Ahuautle

Se trata de las larvas de un mosquito o chinche acuática llamada axayácatl. Generalmente se colectan poniendo trampas de heno en la superficie de lagos y ríos. Se deben dejar al sol para que el resultado sea un polvo con huevecillos de menos de un milímetro de espesor. Se cocina en tortitas con huevo o simplemente en una tortilla con salsa. Las puedes encontrar en Xochimilco y en zonas del Estado de México.

Tiene muchos usos: se pueden preparar mixiotes, tamales o mezclados con quelites y verduras.






Tantarrias o xamues

Oriundos de la Sierra Gorda de Querétaro y el Valle del Mezquital en Hidalgo, estos insectos se colectan a mano uno por uno y deben estar en su punto exacto para tener buen sabor. 

Son unos escarabajos de tamaño medio con manchas rojas en el cuerpo. El precio puede ser muy elevado porque la recolección es bastante compleja.

Para cocinarlos primero se deben desflemar en agua hirviendo para quitar una sustancia amarillenta que los hace amargos. Posterior a eso se tuestan o fríen para consumirse en tacos o mezclar en salsas martajadas.






Hormigas mieleras

A diferencia de la mayoría de los insectos, estas hormigas se utilizan para extraer miel que ellas mismas comieron. 

Lo que sucede es que esta variedad se alimenta de la melaza de ciertos árboles y concentra todo en su cuerpo que va creciendo conforme come.

Las cocineras tradicionales guanajuatenses atrapan a estos animalitos pero no los matan. Con mucho cuidado les exprimen esta miel que sirve como edulcorante natural.

Se utiliza en aguas frescas, helados, dulces y postres. Por el cuidado que hay que tener, es un producto muy alto en precio; sin embargo, el sabor característico que aportan las hormigas merece que te des un gustito y las pruebes.





Hormigas Chicatanas

Se encuentran en todo el país, pero principalmente en Oaxaca, son un tipo de hormiga voladora que se da durante la temporada de lluvias. Las tuestan en un comal de leña y se comen solas, también las muelen y las hacen en salsas y moles, o sobre tlayudas y tostadas.





Cuetlas

Las cuetlas son unas orugas que se desarrollan principalmente en Puebla y Guerrero. Se comen antes de que lleguen al periodo de madurez y se pueden distinguir por el color amarillo del cuerpo que se interrumpe con anillos negros y rojos.

Para comeros se deben descabezar y apretar de modo que quede vacío el aparato digestivo. Después de eso se hierven en agua con sal y se secan al sol.

Aunque lo más sencillo es comerlos fritos y crujientes en un taquito con guacamole, también se pueden mezclar con arroz, huevo o frijoles. 





Jumiles

Una de las joyas de la gastronomía de Guerrero y el sur de Morelos es este animalito que tiene la peculiaridad de poderse comer vivo.

Esta costumbre está relacionada con la creencia de que las almas de los muertos regresaban a convivir con sus seres queridos y se comían para convivir con esa persona ausente.

Actualmente también se consumen tostados en un comal o molidos como sazonador. En Taxco se utilizan para preparar una salsa que acompaña carnes de caza como el armadillo.





Chinicuil (gusano de chile)

Son las larvas de un tipo de mariposa, es parecido al gusano de maguey blanco. Sin embargo, este es mucho más barato, su sabor es mucho más fuerte y es muy aromático. Abunda en Hidalgo, Tlaxcala y Oaxaca. Se come frito, seco y en sal, también se prepara en diversos platillos como salsas o frijoles blancos. En Oaxaca, es se utiliza en el mezcal de gusano rojo.

 




Chapulines

Los chapulines están presentes en muchas partes de México, como: Oaxaca, Chiapas, Hidalgo y Valles Centrales. Se pueden comer solos, con ajo y chile o para complementar algún platillo. Los puedes encontrar en restaurantes de la ciudad y con mucha más frecuencia en Oaxaca, aquí se comen en tostadas, tlayudas y memelas.





Escamoles

Los escamoles son las larvas de la hormiga güijera. Se encuentran sobre todo en Hidalgo, Tlaxcala y Guanajuato. Se comen en temporada de lluvias y tradicionalmente se guisan en mantequilla o manteca de cerdo con un poco de epazote o en la clásica sopa de escamoles de Santiago de Anaya. Muchos les llaman el caviar mexicano.





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