México cuenta con una gastronomía mega diversa, te hace
viajar con solo probar las diferentes texturas y sabores de sus alimentos. Los
ingredientes en nuestro país son diversos y abundantes.
Los insectos no son una comida desconocida para los
mexicanos, representan un encuentro con la época prehispánica.
En el mundo de la entomofagia (consumo de insectos) nos
pintamos solos y es que, aunque los chapulines y los gusanos de maguey
acapararon la atención, hay muchos más insectos que se comen en México.
Comer insectos despierta opiniones muy encontradas. Por un
lado, es un alimento tradicional de los pueblos mesoamericanos que trascendió
hasta hoy por lo especial de sus sabores y lo nutritivos que son.
Por otro, la cultura gastronómica ha puesto en mayor valor
otro tipo de proteínas que resultan más amigables a la vista que los insectos.
Acociles
Los acociles son crustáceos de agua dulce que crece
principalmente en la zona del Altiplano y en Veracruz. Antiguamente se
capturaban con unas redes hechas con fibras de maguey llamados ayates.
La manera más común de cocinarlos es en agua hirviendo,
aunque también se pueden poner al comal y al horno.
Son buenos para comerlos en tacos acompañados de cilantro,
limón, salsa y aguacate. Otra muy buena opción es como botana para acompañar el
tequila o el mezcal.
Ahuautle
Se trata de las larvas de un mosquito o chinche acuática
llamada axayácatl. Generalmente se colectan poniendo trampas de heno en la
superficie de lagos y ríos. Se deben dejar al sol para que el resultado sea un
polvo con huevecillos de menos de un milímetro de espesor. Se cocina en
tortitas con huevo o simplemente en una tortilla con salsa. Las puedes
encontrar en Xochimilco y en zonas del Estado de México.
Tiene muchos usos: se pueden preparar mixiotes, tamales o mezclados con quelites y verduras.
Tantarrias o xamues
Oriundos de la Sierra Gorda de Querétaro y el Valle del Mezquital
en Hidalgo, estos insectos se colectan a mano uno por uno y deben estar en su
punto exacto para tener buen sabor.
Son unos escarabajos de tamaño medio con manchas rojas en el
cuerpo. El precio puede ser muy elevado porque la recolección es bastante
compleja.
Para cocinarlos primero se deben desflemar en agua hirviendo para quitar una sustancia amarillenta que los hace amargos. Posterior a eso se tuestan o fríen para consumirse en tacos o mezclar en salsas martajadas.
Hormigas mieleras
A diferencia de la mayoría de los insectos, estas hormigas
se utilizan para extraer miel que ellas mismas comieron.
Lo que sucede es que esta variedad se alimenta de la melaza
de ciertos árboles y concentra todo en su cuerpo que va creciendo conforme
come.
Las cocineras tradicionales guanajuatenses atrapan a estos
animalitos pero no los matan. Con mucho cuidado les exprimen esta miel que
sirve como edulcorante natural.
Se utiliza en aguas frescas, helados, dulces y postres. Por
el cuidado que hay que tener, es un producto muy alto en precio; sin embargo,
el sabor característico que aportan las hormigas merece que te des un gustito y
las pruebes.
Hormigas Chicatanas
Se encuentran en todo el país, pero principalmente en
Oaxaca, son un tipo de hormiga voladora que se da durante la temporada de
lluvias. Las tuestan en un comal de leña y se comen solas, también las muelen y
las hacen en salsas y moles, o sobre tlayudas y tostadas.
Cuetlas
Las cuetlas son unas orugas que se desarrollan
principalmente en Puebla y Guerrero. Se comen antes de que lleguen al periodo
de madurez y se pueden distinguir por el color amarillo del cuerpo que se
interrumpe con anillos negros y rojos.
Para comeros se deben descabezar y apretar de modo que quede
vacío el aparato digestivo. Después de eso se hierven en agua con sal y se
secan al sol.
Aunque lo más sencillo es comerlos fritos y crujientes
en un taquito con guacamole, también se pueden mezclar con arroz, huevo o
frijoles.
Jumiles
Una de las joyas de la gastronomía de Guerrero y el sur de
Morelos es este animalito que tiene la peculiaridad de poderse comer vivo.
Esta costumbre está relacionada con la creencia de que las
almas de los muertos regresaban a convivir con sus seres queridos y se comían
para convivir con esa persona ausente.
Actualmente también se consumen tostados en un comal o
molidos como sazonador. En Taxco se utilizan para preparar una salsa que
acompaña carnes de caza como el armadillo.
Chinicuil (gusano de chile)
Son las larvas de un tipo de mariposa, es parecido
al gusano de maguey blanco. Sin embargo, este es mucho más barato, su
sabor es mucho más fuerte y es muy aromático. Abunda en Hidalgo, Tlaxcala
y Oaxaca. Se come frito, seco y en sal, también se prepara en diversos
platillos como salsas o frijoles blancos. En Oaxaca, es se utiliza en el mezcal
de gusano rojo.
Chapulines
Los chapulines están presentes en muchas partes de
México, como: Oaxaca, Chiapas, Hidalgo y Valles Centrales. Se pueden comer
solos, con ajo y chile o para complementar algún platillo. Los puedes encontrar
en restaurantes de la ciudad y con mucha más frecuencia en Oaxaca, aquí se
comen en tostadas, tlayudas y memelas.
Escamoles
Los escamoles son las larvas de la hormiga güijera. Se
encuentran sobre todo en Hidalgo, Tlaxcala y Guanajuato. Se comen en temporada
de lluvias y tradicionalmente se guisan en mantequilla o manteca de
cerdo con un poco de epazote o en la clásica sopa de escamoles de
Santiago de Anaya. Muchos les llaman el caviar mexicano.
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