Las suculentas son unas de las plantas más populares por los
aficionados a la jardinería, tanto en decoración de interiores como en jardines
y exteriores. Su éxito se debe tanto a sus bonitas y llamativas formas,
estéticamente muy atractivas, como a la gran resistencia que la mayoría de sus
especies ofrecen. Se trata de plantas que no son muy exigentes en sus cuidados.
Una de las mayores cualidades de estas plantas es su capacidad de almacenar
agua en sus distintas partes, haciéndose así muy resistentes a la sequía.
Además, en lo que respecta a nutrientes tampoco tienden a ser exigentes.
Las suculentas son un grupo de plantas muy fáciles de cuidar
que ofrecen una gran variedad de colores, texturas y formas. Estas plantas son
muy versátiles ya que se pueden sembrar en grupos para hacer un llamativo
arreglo o se pueden sembrar individualmente con el mismo efecto.
Si a ti también te gustan y quieres aprender cómo
plantar suculentas en tu propio hogar, quédate a leer este artículo.
Plantar suculentas en maceta
A la hora de plantar suculentas, tanto en una maceta como en
el suelo, hay dos opciones. La primera es plantar desde semilla, es decir,
sembrar como se hace con la gran mayoría de plantas. Este es un proceso que no
ofrece especiales complicaciones, pero dado que las suculentas son
habitualmente plantas de crecimiento muy lento, lo más común es optar por la
segunda opción, que es la de trasplantar suculentas desde un hijuelo
o esqueje.
Las suculentas tienden a producir hijuelos o plantas hijas al pie de la planta original, que son muy fáciles de separar y trasplantar, por lo que esta es una opción muy común a la hora de multiplicar o reproducir suculentas. Sus esquejes también suelen enraizar con éxito, por lo que el método resulta cómodo y muy sencillo. Antes de plantar suculentas en maceta es importante asegurarnos de que contamos con todo lo necesario y luego seguir estos pasos.
- Prepara la maceta: se pueden usar macetas y recipientes de cualquier material, pero el más recomendable con estas plantas es el barro. Este material permite una buena circulación de aire e incluso de agua, ayudando a evitar uno de los mayores peligros de las suculentas: el exceso de humedad. Por este mismo motivo, es vital que la maceta cuente también con agujeros de drenaje por los que pueda eliminar la humedad sobrante.
- Mezcla el sustrato: este no necesita ser muy rico en materia orgánica o nutrientes. Lo importante es que sea ligero, suelto y que ofrezca un drenaje lo mejor posible. Puedes recurrir a sustratos especiales para suculentas, pero si preparas la mezcla, una base de grava o arena en la maceta y una parte importante de fibra de coco en el sustrato son grandes opciones. Además, añadir algo de perlita también ayudará. Aprende más sobre Cómo hacer sustrato para suculentas con la guía que encontrarás en este enlace.
- Prepara la suculenta: al plantar una planta nueva o al realizar un trasplante, extrae la suculenta o el hijuelo con mucho cuidado de su maceta original, teniendo especial delicadeza con sus raíces, que son finas y delicadas. Además, es recomendable tratar de limpiarlas todo lo posible de tierra vieja, sobre todo si acabas de comprar tu suculenta. Probablemente se trate de tierra poco adecuada para ella, y conviene liberar sus raíces y desenredarlas en lo posible. Si ves raíces podridas o en mal estado, usa unas tijeras de poda adecuadamente desinfectadas para cortarlas.
- Planta la suculenta: llena la maceta con el sustrato y planta la suculenta en ella, procurando que las primeras hojas no estén en contacto directo con el suelo, para alejarlas de la humedad. Una capa superficial de rocas o grava ayudará en este sentido también. Además, si vas a intentar sacar adelante un esqueje desde hojas o ramas, puedes mejorar sus posibilidades de enraizado dejándolo una semana en agua antes de plantarlo, así empezará a desarrollar raíces y estará más preparado para la tierra.
- Espera para regar: tras plantarla, deja pasar un par de días antes de regar para que las raíces tengan tiempo de recuperarse.
Plantar suculentas en suelo
En exteriores, el proceso no es tan distinto. El suelo es muy importante, así que deberás preparar una capa de al menos 20 cm de sustrato para suculentas de forma que las plantas no tengan problemas para desarrollarse ni acumulen humedad. Ten en cuenta también que no quede demasiado pegada a otras plantas que tengas en este terreno, respeta varios cm de distancia entre cada una.
- Aporta una capa superficial de roca volcánica o algún otro material que aísle la parte aérea de la planta de la humedad del suelo.
- Asegúrate de retirar la tierra antigua de las raíces si trasplantas o haces esquejes, como en el caso de plantar suculentas en maceta.
- Planta la suculenta asegurándote de colocar las raíces hacia abajo y algo estiradas.
- Rellena con más sustrato hasta que la planta se aguante sola y esté recta, pero recuerda que si es posible hay que evitar que la primera capa de hojas toque el suelo.
- No riegues hasta unos pocos días más tarde, sobre todo si la tierra del suelo ya estaba algo húmeda. Y así ya tienes plantada una suculenta en el suelo de tu jardín.
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