Desde un punto de vista de la medicina más tradicional, es
cierto que nuestros antepasados nos han legado todo un conjunto de
conocimientos medicinales que en definitiva utilizaban cuando la denominada
como medicina científica no estaba tan avanzada.
También nos podemos encontrar con las pomadas, también
conocidos popularmente con el nombre de ungüentos, las cuales destacan por
ser preparaciones que se aplican directamente sobre la piel, generalmente
siendo semisólidas.
¿Qué son las pomadas y para qué sirven?
Las pomadas son preparaciones de textura semisólida, que se
aplican directamente sobre la piel, generalmente para tratar una afección o
problema en ella. Es decir, consiste en una sustancia de textura cremosa,
utilizada no solo en la Medicina, sino también en la cosmética con distintos
fines y objetivos.
Dependiendo de su fin pueden ser preparaciones algo más
grasas, pastosas o espesas, y aunque podemos encontrarlas en las farmacias
elaboradas con productos químicos, lo mejor es encontrar pomadas naturales preparadas
a base de plantas y hierbas con virtudes medicinales.
Su utilización es realmente sencilla, ya que solo se
debe aplicar sobre la zona de la piel en la que precisamente queramos
disfrutar de las cualidades, beneficios y propiedades que aporta.
¿Se pueden elaborar pomadas medicinales en casa?
Aunque lo preferible y lo recomendado es acudir directamente
a la farmacia o al herbolario y adquirirlas, si deseamos indagar un poco e
incluso prepararlas por nuestra cuenta, debemos indicarte que sí es posible
elaborar pomadas medicinales caseras.
Es tan sencillo como utilizar un poco de vaselina como base
(también se puede utilizar aceite de oliva) y un poco de aceite esencial de la
planta que vayamos a utilizar.
Elabora un ungüento o pomada de manzanilla
La siguiente pomada está hecha a base de manzanilla, una flor con propiedades anti-inflamatorias y anti-bacterianas que ayudan a aliviar irritaciones de la piel y algunos dolores musculares leves.
Ingredientes
- 35 gramos manzanilla seca
- 250 gramos de vaselina
- Funde la vaselina a baño María
- Cuando se empiece a fundir añade la manzanilla y calienta a fuego lento hasta formar una pasta suave.
- Pasado este tiempo cuela la mezcla y en cuanto se comience a enfriar, viértela en los recipientes donde la vayas a almacenar. Ten cuidado de no quemarte.
- Finalmente, deja enfriar a temperatura ambiente, conservando en un lugar seco y fresco.
Nota: los ungüentos o pomadas no deben entrar en contacto con los ojos ni
zonas mucosas. Realiza una prueba con una pequeña
parte de piel para asegurarse de que no hay alguna alergia desconocida a la
planta aplicada o los componentes de la base del ungüento.
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